(Manifiesto de POETAS DE HUELVA POR LA PAZ- Gibraleón-Huelva-30/12/2015)
Mil seiscientos cartuchos
del calibre siete setenta y dos…
¡cuantos, Dios mío…
son muchos!
Sobre el lecho de asfalto
tendido yace, con su frío,
el pobre poeta armado.
A pesar de su protesta
le colocaron sobre sus hombros
un arma para la guerra,
tres cargadores y una cesta.
-¡Vé a recoger semillas
de diablos negros y rojos!-
El pobre poeta lloró,
se enjugó los ojos,
cargó su arma
y ante una multitud perturbada,
impávido se descargó,
entre pecho y espalda,
mil seiscientos cartuchos
del calibre siete setenta y dos.
Solo murió uno…el poeta,
pero -¡Dios mío!- ya son muchos.
MSilván.